La alabanza de David por la misericordia y la bondad de Dios.
La alabanza de David por la misericordia y la bondad de Dios; los beneficios de confiar en Dios; toda la creación alaba al Señor; el triunfo en el Dios de Israel
El salmista empezó y terminó cada uno de los últimos cinco Salmos diciendo: «¡Alabad!» y «¡Aleluya!» (que quiere decir alabado sea el Señor) — literalmente — una frase expresando la grandeza de nuestro Dios. « . . . Alabaré a Jehová en (toda) mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras viva. . . . Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios, el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda verdad para siempre. . . . Reinará Jehová para siempre . . . Aleluya» (Salmo 146:1-2,5-6,10) (Alabamos al Señor porque podemos buscarle en todas nuestras necesidades).
El salmista continuó diciendo: «Alabad a (Jehová) . . . Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. . . . Él envía Su Palabra a la tierra; velozmente corre Su Palabra» (147:1,3,15). «Alaben el Nombre de Jehová, porque sólo Su Nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos» (148:13).