La advertencia contra los votos apresurados
La advertencia contra los votos apresurados; el sentimiento vacío de las riquezas; la sabiduría y la bondad son apoyadas; el respeto a los gobernadores
Cuando Salomón empezó su reinado, él « . . . amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos» (I de Reyes 3:3). Pero, mientras que los años pasaron, él buscó la satisfacción de la vida por todos los lugares menos en el Señor y en Su Palabra (Salmo 119:97-98). Después de años de un estilo de vida extravagante, Salomón observó que tanto los ricos como los pobres estaban igualmente llenos de obsesiones con las mismas vanidades.
Los pensamientos de Salomón entonces cambiaron de lo mundano a la vida religiosa, y al mismo tiempo notó que muchas personas asistían a la Casa de Dios con indiscreción e hipocresía, ofreciendo oraciones insinceras y haciendo votos que nunca llegaban a cumplir. El Espíritu Santo, hablando por medio de Salomón, advirtió: «Cuando fueres a la Casa de Dios, guarda tu pie (tu propio propósito por venir); y acércate más para oír (y obedecer) que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal» (Eclesiastés 5:1). Tal estilo de vida es un insulto delante de Dios, como también destructivo para sí mismo, pues Dios no pasa por alto las acciones de los necios. «No te des prisa con tu boca» (5:2).