La alabanza de David a Dios
La alabanza de David a Dios por Su soberanía sobre las naciones; la oración por el juicio sobre los inicuos; la exhortación para confiar en Dios y no en los ídolos
Cuando Jesucristo ascendió al cielo, Él cumplió las profecías que el Espíritu Santo había anteriormente inspirado a David a escribir: «Jehová (Dios el Padre) dijo a Mi Señor (Dios el Hijo): Siéntate a Mi diestra, hasta que ponga a Tus enemigos por estrado de Tus pies» (Salmo 110:1). Jesucristo citó este Salmo refiriéndose a Sí mismo en Marcos 12:36.
Israel, como nación, rechazó su Rey Mesías. Pero, «(la) piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo. . . . (Y) es cosa maravillosa a nuestros ojos. …Bendito el que viene en el Nombre de Jehová . . . Jehová es Dios, y nos ha dado luz; atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar. Mi Dios eres Tú, y Te alabaré; Dios mío, Te exaltaré. Alabad a Jehová, porque Él es bueno; porque para siempre es Su misericordia» (Salmo 118:22-23,26-29).