El juicio del Señor contra la desobediencia
El juicio del Señor contra la desobediencia; la oración contra los enemigos; la oración para recibir la misericordia y la restauración
Esto nos recuerda del horrible pesar que sintieron los israelitas después de la destrucción del templo y de su nación. El pueblo de Efraín (Israel) « . . . no guardaron el pacto de Dios, ni quisieron andar en Su Ley» (Salmo 78:10; Amós 2:4). El salmista otra vez nos recuerda de los inevitables resultados del pecado: «Oh Dios, vinieron las naciones a Tu heredad; han profanado Tu santo templo; redujeron a Jerusalén a escombros . . . » (Salmo 79:1-4).
Dios había escogido a Israel para dar testimonio al mundo de Su gracia, mostrando cómo Él bendeciría a todos los que le honraran a Él y a Su Palabra; pero como nación Israel falló miserablemente. El fiel remanente clamó: «No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados; vengan pronto Tus misericordias a encontrarnos, porque estamos muy abatidos. Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de Tu nombre; y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de Tu nombre» (79:8-9).