Porque
Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué puede dar uno a cambio de su alma? – Mateo 16:26
La preocupación por la seguridad personal es inherente al ser humano desde su creación. Hoy se acentúa ante los problemas cada vez más graves de la sociedad en que vivimos. En consecuencia, la industria de vehículos blindados está en crecimiento, y los sistemas de alarmas son cada vez más sofisticados. Las murallas son cada vez más altas, y las cámaras de vigilancia aparecen en muchas esquinas de las calles más transitadas. La preocupación por las cosas materiales es grande. Pero, ¿y qué de la preocupación por las cosas espirituales?