Job declara que los hombres malvados a veces prosperan.
Job declara que los hombres malvados a veces prosperan; Elifaz acusa a Job de haber pecado; el deseo de Job en defender su caso delante de Dios
Pocos hombres en la historia bíblica han sido estimados por Dios tanto como Job. Dios dijo de él: « . . . ¿No has considerado a Mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?» (Job 1:8). Sus amigos erróneamente pensaron que todos sus problemas eran el resultado de sus pecados en secreto. Ellos pensaban que los hombres malvados son miserables, porque Job estaba extremamente miserable, entonces él tenía que ser muy malvado.
Es sorprendente leer el error de Elifaz con sus entorpecedoras críticas, y cruel condenación de Job, cuando dijo: «Vuelve ahora en amistad con Él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien. Toma ahora la ley de Su boca, Y pon Sus Palabras en tu corazón. Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción» (22:21-23). En un contraste bien fuerte, Dios le dijo a Elifaz el amigo de Job: «no habéis hablado de Mí lo recto, como Mi siervo Job» (42:7).