A medida que envejezco, más me doy cuenta de la importancia crucial de hacer las paces con este hecho de la vida: el dolor y la celebración pueden coexistir.

Dentro del mismo día. Juntos en un solo mes. Juntos en una misma temporada. No tienes que elegir uno u otro. Una persona puede, simplemente, experimentar ambos.

Entiendo lo difícil que puede ser encontrar la energía para disfrutar la vida cuando alguien o algo que amabas se ha ido. Puede resultar doloroso imaginar volver a sentirte bien, normal y llena de esperanza. Puede parecer que todo en la vida haya terminado cuando una parte haya llegado a su fin.

Pero siempre hay un camino con Dios. Incluso cuando las cosas parecen imposibles, siempre hay posibilidades y potencial con Dios.

Mira Marcos 10:27: «—Para los hombres es imposible—aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible».

Si bien estas palabras no son una promesa de que todo lo que deseamos sucederá, sirven como un recordatorio para recordar la perspectiva eterna de Dios en medio de nuestras luchas. Ver posibilidades y potencial en medio de lo que se siente difícil. Sí, hay algunas cosas a las que nos enfrentamos hoy que pueden parecer imposibles, pero eso no es todo.

Si necesitas un punto de partida, aquí tienes una receta incompleta pero potencialmente hermosa para mejorar las cosas:

• Honestidad.
• Rehusar dejarte llevar por pensamientos poco saludables o inseguros.
• Permitirte reír, llorar y disfrutar el probar algo nuevo hoy. Y permitirte sentir el recuerdo de algo que extrañas.
• Oración para que Dios te ayude a ser fiel a tu mentalidad más sana, saludable y santa.
• Tranquilidad con el hecho de que decepcionarás a la gente y la gente te decepcionará a ti. Y mantener la perspectiva de que no todas las decepciones son épicas.
• Permiso para ser humana y al mismo tiempo elegir no excusar ni justificar comportamientos que lastimen a otros.
• Gracia para dejar que los demás sean a veces frágiles, volubles y olvidadizos sin etiquetarlos por sus errores.
• Sabiduría para saber que puedes ser a la vez sabia y caprichosa, estable y emocional, madura y un desastre en progreso.
• Perdón por lo que no se puede cambiar y voluntad para dialogar y actuar sobre lo que se puede cambiar.

Es posible que no todo lo mencionado sea posible para ti hoy. Pero considera… ¿cuál de estas cosas sería posible? ¿Qué podría ser posible si lo intentaras? No tienes que hacerlo perfectamente para que sea bueno.

Amiga, no debemos permitir que el dolor de ayer nuble la celebración de las posibilidades nuevas de hoy. Libera la creencia de que un callejón sin salida es el fin de todo lo que esperabas que fuera la vida y abre tu corazón a posibilidades esperanzadoras para el futuro. Mantente cerca de Dios y de las personas que lo aman. Sigue creyendo y buscando lo que es posible en medio de lo que parece tan imposible. Toma la palabra «imposible» como un recordatorio de Dios: Soy posible.

Jesús, estoy soltando en Tus manos todo lo que parece imposible. Que Tu paz inunde mi mente y mi corazón, aliviando cualquier incertidumbre que sienta. Ayúdame a mirarte en mis circunstancias, viendo Tu bondad y fidelidad incluso aquí. Ayúdame a no estar tan consumida por mi tristeza que pierda la oportunidad de celebrar lo que estás trayendo a mi vida ahora mismo. En el Nombre de Jesús, Amén.

por LYSA TERKEURST