¿Cómo puedo saber que Dios está obrando en esta situación?
Yo sé que Dios es mi Protector, pero a veces mi corazón lucha con sentirse protegido por Dios.
La mayoría de nosotras ha experimentado algún tipo de sufrimiento, desamor, rechazo, abandono o desánimo, pensando que nuestra vida iba hacia una dirección, y luego ver cómo nos la arrebatan. En esos momentos, es tentador preguntarnos: ¿cómo se supone que debo confiar en Dios en medio de esto? Quizás te encuentres allí ahora mismo.
En Juan 16:33, Jesús dice: «Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo» (NVI).
Si has experimentado un dolor profundo, entiendes las «aflicciones» a las que Jesús se refiere. Pero, quizás como yo, a veces luchas con creer el resto de palabras de ese versículo con todo tu corazón. Palabras que dicen que Jesús ha vencido al mundo y que a través de Él podemos encontrar paz aún en medio de las dificultades que enfrentamos.
Por eso, quiero ofrecerte tres verdades a las cuales puedes aferrarte hoy:
- Cuando sientes que no puedes hacer nada, hay algo que sí puedes hacer hoy.
Puede que te sientas totalmente impotente y atemorizada por tus circunstancias. Muchas veces no podemos controlar lo que nos sucede.
Pero eso no nos deja fuera de control; podemos decirle a nuestros corazones asustados la verdad que encontramos en Salmo 91:2: «Declaro lo siguiente acerca del SEÑOR: Solo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío».
Detente un momento y repite estas palabras. Quizás no parezca mucho al inicio, pero al declarar esta verdad, estás haciendo todo lo que puedes hacer hoy. Recordarte esta verdad es algo que sí puedes hacer, aún cuando sientes que no puedes hacer nada más.
- Si no puedes ver la intervención de Dios en este momento, eso no significa que no esté pasando ni que no la verás algún día.
A veces me encuentro pensando que debo ver la evidencia de Dios obrando hoy para creer que sí está haciéndolo. Pero siempre habrá dos realidades. La realidad física que podemos percibir: el dolor, las circunstancias horribles, la persona que nos lastima, el miedo y la ansiedad que experimentamos. Y luego la realidad espiritual que también está presente. Entonces, lo que percibimos no es la historia completa. Dios siempre está obrando.
- Aun cuando te sientes insegura, no hay la necesidad de que vivas insegura acerca de Dios.
Es importante reconocer nuestros sentimientos; y aunque son indicadores fabulosos, no deberían dictar cómo procesamos la vida. Podemos sentirnos asustadas, enojadas o escépticas, pero no tenemos que vivir asustadas, enojadas o escépticas. Aún cuando nuestros sentimientos griten, la Verdad de la Palabra de Dios nos mantiene firmes.
Amiga, pídele a Dios que llene tu mente con estas perspectivas hoy. Recuerda que este capítulo forma parte de tu vida, pero no es la suma de tu vida entera. Jesús venció al mundo, y Él está contigo en lo que atraviesas ahora.
Dios Padre, gracias por recordarme la verdad en medio de todo lo que me atemoriza en el momento. Ayuda a mi corazón olvidadizo a recordar lo que he leído hoy. Sé que Tú me amas, estás de mi lado y siempre estás obrando a mi favor. Te confío los detalles de mi vida y todo lo que no puedo controlar. En el Nombre de Jesús, Amén.