La parábola de las dos águilas;
La parábola de las dos águilas; el juicio por la mala conducta; las bendiciones por la buena conducta; el dolor por los líderes de Israel
Dios le dio a Ezequiel una parábola: « . . . Una gran águila (Nabucodonosor), de grandes alas y de largos miembros, llena de plumas de diversos colores, vino al Líbano» (simbólico de Jerusalén, pues muchas de sus casas fueron hechas de cedros del Líbano), «y tomó el cogollo (el rey) del cedro (el pueblo). Arrancó el principal de sus renuevos y lo llevó a tierra de mercaderes . . . » (Ezequiel 17:1-4).
Esta parábola ilustra la gran extensión del dominio de Nabucodonosor. Las plumas del águila representan el gran número de naciones que fueron conquistadas. La expresión «y tomó el cogollo» representa que el rey de Judá fue quitado (17:12). «Arrancó el principal de sus renuevos», esto simboliza a Joaquín, el rey joven de Judá, que también el rey Nabucodonosor «lo llevó a tierra de mercaderes» (a Babilonia). Finalmente, había « . . . una vid de mucho ramaje, de poca altura» (Sedequías), «y sus ramas miraban al águila . . . » (Nabucodonosor) (17:6).